Curiosidad

"Mi primer día en Forks" -pensó Alex con un suspiro mientras caminaba por las poco transitadas calles del pueblo, había llegado hace unas horas, en las cuales se dedicó a ordenar sus cosas en la nueva casa, la cual estaba hecha un desastre. Cuando acabó de organizarse, decidió salir para conocer el pueblo, tomó su pequeño bolso y un abrigo color negro y se dispuso a dar un paseo, y ahí estaba ahora, perdida y desorientada, pero eso no le importaba, su condición de vampiresa le permitiría volver a casa sin mucho esfuerzo, transitó sin rumbo durante algunos minutos hasta que divisó un pequeño parque, no habían demasiadas personas ahí, pero el hecho de que hubieras la hacían sentir menos sola de alguna manera.
"De una estupida manera"- pensó mientras sacudía levemente su cabeza, intentado evitar que sus pensamientos siguieran ese rumbo.
Avanzó con pasos gráciles hasta llegar a una banca en la cual se sentó tranquilamente. Se apartó el cabello de la cara y comenzó a observar a los pequeños niños que jugaban ahí, uno de ellos le sonrió y ella no pudo hacer más que devolverle tiernamente la sonrisa, desvió la mirada hacia los padres de estos que miraban con orgulloy amor a sus hijos, y por primera vez en muchos años sintió curiosidad, curiosidad por saber que era lo que pensaban, curiosidad por saber lo que sentían. Les dirigió una ultima mirada melancólica y suspiró, sabiendo que probablemente siempre sentiría curiosidad por ellos.
Subió sus pies a la banca y abrazó sus rodillas mientras seguía observando distraidamente el parque evitando pensar en cosas que probablemente le traerían malos recuerdos, varias personas pasaban por su lado y la miraban, Alex notó como muchos hacían el ademan de hablarle, pero cohibidos seguían por su camino, ella se encogió de hombros, sabiendo que esa reacción era normal en los humanos, y aunque ella no les haría daño, era lo mejor que podían hacer, alejarse.

Pasó una semana desde mi visita a Forks, una semana en la que habia estado atormentándome a mi mismo por ese maldito día en que me dio por pasear por los bosques de ese lugar, que con la presencia de Rosalie se volvió frío y tenebroso. Además, por aquello me había costado un buen tiempo castigado, tanto que hasta mi padre no me permitía ir al garaje a seguir con el coche, al menos podría distraerme. Esa semana fue de lo peor, porque ni si quiera tenia ropa ya que me estuviera en condiciones, hoy tuve que coger unos viejos pantalones de mi padre para que al menos no pareciera un bicho raro al salir a la calle.. ¿cuanto mediría ya?... 1.90?? ni idea.

ME dispuse a salir, mi padre apenas me dirigió la mirada por lo que supe que aun continuaba molesto conmigo. Lentamente paseé por el porche y miré instintivamente el camino hacia Forks, ya tenia terminantemente prohibido ir hasta el pueblo pero estaba preocupado, algo que decía que debia ir. Tambien era verdad que no sabia nada de Clare, queria comprobar si me hizo caso y bueno, no le pedí el teléfono porque seguramente lo malinterpretaría, solo... simplemente quería velar por la seguridad de ella y de todos los humanos, pues eran débiles frente a ellos como yo mismo.

Con un chasquido de lengua cogí una de las motos que habia arreglado, la arranqué y velozmente salí a la carretera, pudiendo oir de fondo como mi padre me llamaba a gritos. No podía seguir con esa inquietud, tenia que marchar hacia Forks y ver que era lo que se cocía por allí. Decidí marchar al parque, aparcando malamente muy cerca de la acera. En cuanto lo hice levanté la mirada al frente, viendo todo el terreno repleto de cesped y multitud de personas paseando, algunas divirtiéndose, ademas de algunas familias en conjunto, alunas personas sentadas en el banco, todo parecia normal.

Di unos grandes pasos hasta acercarme mas aun al parque, quedandome mas o menos al medio, mirando a todo el mundo, inquieto pues ¿quien sabria si alguno de los alli presentes era un chupasangre?, desde luego saber que esas historias eran ciertas era una maldición. Y allí me quedé, dejando que la pequeña brisa acariciara mis largos cabellos sueltos mientras miraba con suma atencion a todos los de mi alrededor.

Pasaron algunos minutos y Alex seguía sentada en aquella banca, la gente que estaba en el parque cuando ella llegó habían sido reemplazadas por nuevas personas, pero ella parecía no aburrirse, el viento hacía que sus cabellos revolotearan frente a su rostro pero a ella no le molestaba, su visión seguía siendo perfecta, alzó la vista al oir un ruido que sobresalía sobre los otros, luego pudo identificar que venía de una moto, dirigió un curiosa mirada hacia el lugar donde provenía.

"Vaya.. con este clima, debe ser pocas las personas que se movilizan en moto" -pensó mientras se apartaba en vano el cabello del rostro, ya que con el viento volvió a revolotear a su alrededor.

Dejó de poner atención cuando un chico a simple vista mucho más alto que ella bajó del vehículo. Ya no tenía nada que hacer ahí, por lo que arregló su abrigo y bajó los pies de la banca, Alex hizo ademán de levantarse pero un extraño efluvio llegó hacia ella, nunca antes había olido algo así, y no era para nada agradable, el olor era dulce, como el de un humano, pero había algo más que la repelía, Alex había tenido la desgracia de haberse encontrado con licántropos antes, y esos seres fueron los primeros que ocuparon su mente al sentir aquel olor. Miró a su alrededor en busca de donde provenía tal efluvio, y sus ojos dorados pronto encontraron al chico que acababa de bajar de la moto, su cabello color azabache se movía por la brisa, y llevaba hacia ella aquel olor tan extraño y ca

Alex se se colgó el pequeño bolso que llevaba al hombro y se paró de la banca en un fluido movimiento, caminó con pasos silenciosos y gráciles hasta acercase unos metros por la espalda del muchacho.
- ¿Buscas algo? -preguntó con voz melodiosa y suave intentando no asustarlo mientras aún conserva en su rostro una pequeña mueca que no podía evitar debido al desagradable efluvio, pero la curiosidad había ganado otra vez.

Tenia los ojos bien abiertos, de muy vez en cuando los entrecerraba para poder divisar con mayor visibilidad cualquier figura que estuviera en la lejanía, parpadeaba rápidamente debido a mi nerviosismo, ¿porque estaba tan nervioso?, tenia que dejarme de tonterías y no dejarme influenciar por estúpidas sensaciones.

De nuevo la brisa había vuelto a mover mis cabellos, que caprichosos y juguetones acariciaron mi morena mejilla, lo que me obligó a agarrar mis cabellos y formar con ella una coleta, con la misma gomilla que Clare me había dado haría aproximadamente una semana.

Fue entonces cuando una voz femenina, que por cierto resultaba hermosa me llamó la atención, y provenía justo a mis espaldas, por lo que me giré rápidamente, como si estuviera alerta, mi mirada por unos instantes la fulminó de una manera algo agresiva, por como había estado observando el lugar, pero luego la cambié, asintiendo un poco en modo de disculpa.

- Ahh... no se que es lo que realmente busco...- Dije observándola con sumo cuidado, viendo como me había hablado desde la distancia, observé su albino rostro, y su preciosa cabellera rubia, ademas de unos ojos dorados por lo que me hizo sentir un estremecimiento que había hecho vibrar toda mi columna vertebral, pero al prestarles mas atención pude divisar algún toque de color verde. Desde luego me había vuelto un paranoico, sí. No podía estar pensando continuamente que las personas que tenia en frente eran vampiros.

El olor del lugar era normal, aunque notaba cierto aroma extraño, incluso detestable en la zona, pero no sabia de donde provenía, además, que no era demasiado intenso, eso hizo que me distrajera unos instantes y mirara a mi alrededor para saber de donde provenía. Seguidamente la miré de nuevo, con cautela.

-Solo quería comprobar si había una persona, pero veo que no es así.- mentí, la realidad no era otra que ponerme a vigilar la zona como un estúpido, porque no sabia detectar a los vampiros a simple vista, y mi fe en que los Quileutes eran descendientes de los lobos iba descreciendo. La miré de arriba a bajo, parecía una chica de ciudad que no seria capaz de acercarse al bosque ni en sueños, pero mi buena fe hacia que me preocupara por la seguridad de la gente del lugar, no pude evitar advertirla.

- Bueno... ya que estoy aquí, puedo aconsejarla que no se acerque al bosque del lugar, últimamente han divisado varios animales salvajes y peligrosos, tenga cuidado- Dije formalmente, mirándola con confusión pues sin saber porque, por el momento no me inspiraba mucha confianza.

Alex avanzó unos pasos distridamente mientras lo miraba con curiosidad, el efluvio era cada vez más intenso para su delicado olfato. Se acomodó el abrigo fingiendo que se protegía del frio, eran pequeñas cosas que la hacían parecer más humana.
-Oh lamento no poder ayudarte .- comentó mientras una divertida sonrisa surcaba su rostro al notar que el chico la observaba detalladamente, ella tambien lo había observado, pero lo había podido disimular un poco mejor, el joven de cabello azabache, defivinitamente era mucho más alto que ella, le sacaba facilmente unos 30 cm. de altura, pero no se sentía para nada intimidada ante su presencia. Acomodó su largo cabello atras de su oreja ya que este le molestaba un poco. El chico despertaba en Alex mucha curiosidad, el hecho de que observara el parque con tal detención y que estubiera distraido mientras hablaba con ella la hacía sospechar de que le mentía al decirle que solo buscaba a una persona.

Mordió suavemente su labio inferior antes de que una suave y cantarina carcajada saliera de sus labios al oir la advertensia del chico, en los humanos habría causado una reacción totalmente distinta que en ella.
"Si tan solo supiera..." -pensó mientras dejaba escapar un suave suspiro.
-Lo tendré encuenta y evitaré las visitas al bosque, gracias por el aviso, -dijo con una deslumbrante sonrisa que se borró delicadamente al sentir la suave brisa que golpeaba su rostro, trayendo consigo el efluvio del chico. Miró distridamente a su alrededor, girando el rostro para que el viento lo le diera de frente, volvió a centrar su atención en el chico luego de unos segundos.

- Soy Alex -se presentó simplemente con un poco de desconfianza, cualquier otra persona hubiese extendido su mano a modo de saludo, pero no ella, que podría ser todo, menos una persona normal, evitaría a toda costa el contacto fisico con humanos.

No entendía su sonrisa ni el sonido de su risa cuando afirmó que no podría ayudarme en la "supuesta" búsqueda de alguien en el parque, no sabia si era porque le hacia gracia mi desesperación a la hora de dar encuentro a esa persona invisible, o es que se había percatado de mi mentira, que también podría ser, ya que yo no era muy bueno mintiendo, y menos en la situación en la que me encontraba, nervioso y algo perdido.

Me miraba pero no con la misma expectación como yo la miraba a ella, era una chica muy llamativa por su embriagante belleza, pero eso no iba a engañarme, para nada, ya que como bien dicen, las rosas podían ser preciosas pero sus afiladas espinas eran peligrosas, al igual que Rosalie, una bella dama en apariencia y una horripilante chupasangre en la realidad.

Dejé de pensar en la joven que tenia en frente como un vampiro, si, eso era, tenia que relajarme y conversar con alguna persona de por allí me ayudaría. La chica de vez en cuando volvía el rostro en alguna que otra ocasión, que casualmente coincidía con un golpe de viento que azotaba mi coleta a mi espalda, pero era un acto que le daba demasiada importancia.

En cuanto la avisé con extrema seriedad sobre que tuviera cuidado con ir al bosque, se echó a reír, una risa que parecía música para mis oídos, y aunque fuera una bella sinfonía, no debía agradarme, pues le había hecho gracia algo que me tenia casi en vilo. Pero finalmente me lo agradeció. Seguramente pensaría que era un pringado chico de 15 casi 16 años, pero claro, eso no lo sabia, ademas con mi cuerpo podía aparentar perfectamente los 18 años que no llegaba ni por asomo.

Se presentó al fin, simplemente con el nombre, yo no tuve tiempo de reaccionar a que ella deslizara su mano hacia mi para estrechársela, yo ya me había adelantado quedándome totalmente cortado, con la mano cortando el aire, era lo único que se pasaba por ahí. Con un carraspeo incomodo cerré el puño y volví a colocar mi brazo a un lado de mi cuerpo, relajado y la sonreí con timidez intentando ser lo mas natural posible, mostrandole una sonrisa sincera y llena de nerviosismo.

- Un placer Alex, yo soy Jacob, siento si mi oportuna entrada haya molestado de alguna manera tu estancia en el parque- Dije educadamente, yo como siempre, tan respetuoso ante las personas y mas aun cuando estaba nervioso.

Alex observó tranquilamente como el chico la miraba con desconfianza, no se mostraba sorprendida ni ofendida, de hecho esperaba que el joven saliera corriendo de ahí en cualquier momento, aunque en algunos humanos el sentido común no abundaba. A pesar de su belleza Alex sabía perfectamente que había algo en ella, como en todos los vampiros que indicaba el peligro que en realidad representaba.
Cambió su peso de pie, tal cual había visto hacer a los humanos en repetidas ocaciones mientras jugaba ditraidamente con los botones de su abrigo.
Se debatió internamente sobre aceptar la mano del chico, debía ser cuidadosa y no ponerse en evidencia, la hubiese aceptado sin mayor problema si no sientiese el calor que irradiaba el chico, no era como cualquier ser humano, y la diferencia de temperatura sería demasiado evidente, no quería hacerlo sentir mal así que estaba decidida a aceptar ese saludo tan humano, pero el chico reaccionó primero y volvió a dejar caer su brazo. Alex se sintió repentinamente culpable por el hecho de haberlo incomodado y por haberse comportado de una forma tan descortez.
-Encantada Jacob -dijo con una tierna sonrisa intentando recompensar de algún modo su anterior comportamiento.- y no has molestado mi estancia en el parque -repitió con un toque de diversion las palabras anteriormente usadas por el chico.- lamento haberte hecho creer eso. -mumuró mientras seguía sonriendo.
Una fuerte brisa los rodeo, los cabellos de ambos se movieron de sus lugares, haciendo que Alex dejara de respirar durante unos segundos, el efluvio de Jacob le quemaba un poco la nariz y el olor de los otros humanos en el parque hacía que la constante sed aumentara, intentó con todas sus fuerzas mantener su rostro inexpresivo.

Finalmente me tranquilicé lo suficiente como para actual como una persona con cordura y mi nerviosismo aminoró, eso pudo notarse en mis hombros que anteriormente estaban en tensión y ahora caían levemente sintiéndome aliviado ya que los tendones no lo tenían en continuo estiramiento. Tal vez el charlar con una desconocida, una persona normal y corriente me hiciera olvidar durante unos instantes mis pensamientos ilógicos pero reales, por lo que tenia que ser amable, pero por lo pronto, no la había extrañado ni por un momento, me miraba de igual modo aunque podía detectar en ella cierta curiosidad, tal vez por ver que en esa ciudad no era muy común ver a un "indio", aunque no me gustaba ese termino para calificarme.

Viendo la tranquilidad que se respiraba en el parque me vi obligado a eso, a imitar el ambiente, no iba a pasar nada, y menos iba a pasar que de pronto me saliera grandes masas de pelo por todo el cuerpo y me convirtiera en un hombre lobo, algo que llevaba pensando durante una semana, y que mi padre ni me lo había afirmado ni negado cuando se lo pregunté, algo que me inquietaba, pero mi mente rechazaba esa idea.

Sonreí a la chica con amabilidad aunque no hubiera estrechado mi mano, era normal su desconfianza y mas cuando había llegado al parque de esas maneras.

- De todos modos acepta mis disculpas, jaja, en verdad yo suelo ser tranquilo, solo andaba algo nervioso.- dije mostrandole una amplia sonrisa enseñando mi blanca dentadura. La brisa seguía, y la verdad es que era agradable.

- Disculpa, necesito sentarme- dije tras una sonrisa tímida y di unos pasos hacia el banco donde anteriormente ella estaba sentada, frunciendo sin darme cuenta el ceño, notaba un extraño olor, y no muy agradable que digamos, pero era muy leve, no sabia de donde venial.

- Perdona pero... ¿no huele mal por aqui?, alguna cañería rota?- Decia mirando a mi alrededor, buscando algún tema de conversación... y vaya tema para hablar con una chica... pero así era yo, no estaba acostumbrado a hablar con mujeres.

OFF: Bueno, mi pj esta poco a poco teniendo los sintomas de hombre lobo, solo que por el momento no sabe detectar a los vampiros, pero ya comienza a sentir muy levemente el olor de ellos, y su temperatura no es tan caliente como la que estan enteramente transformados ^^.

La chica seguía observandolo con curiosidad, la llamaba de sobremanera la atención que el joven no se hubiese percatado de su condición de inmortal, ya que el efluvio de Jacob coincidía notablemente con el de los cambia-formas, solo que este era más leve.
Se encogió de hombros casi imperceptiblemente, decidiendo no prestarle mucha atención a ese hecho, en general el parque estaba tranquilo, pequeños niños jugando alegremente y algunas parejas en las múltiples bancas.
-Claro, a veces sucede -respondió con una tenue sonrisa mientras se preguntaba mentalmente el porqué del nerviosismo del chico, la realidad la golpeó fuertemente, estaba claro que era su presencia, aunque Jacob no parecía sospechar mucho de ella, le dirigió una mirada suspicaz antes de avanzar unos pasos siguiendo al joven moreno, con un grácil y fluido movimiento subió a la banca sin ayuda de sus manos y se sentó en el respaldo, sentada ahí en aire llegaba un poco más puro y sin el molesto efluvio del chico.

Observó con intriga como el joven fruncía el ceño, alzó levemente una ceja sin decir palabra alguna, estaba demasiado ensimismada en sus pensamientos como para poder entablar una conversación normal.
Sonrió abiertamente ante la pregunta del chico, le causaba demasiada curiosidad... cualquier licántropo notaría que ella era vampiresa...el entendimiento cruzó su rostro durante unos segundos, estaba claro que aún no se convertía completamente, Alex solo sabía lo básico sobre esos seres, pero tenía entendido que no nacían con la condición de cambia-formas.
Fingió tomar aire para comprobar el comentario del chico, suponía que hablaba por ella, pero Alexia no iba a decirle que para ella el producto del mal olor era él.
-Tienes razón -le contestó con voz melodiosa .- pero no tengo la menor idea de donde proviene -mintió mirando a su alrededor como si buscase de donde provenía .- probablemente una cañería .- dijo mientras se encogía levemente de hombros restándole importancia al asunto. Volvió a sumirse en sus pensamientos durante algunos segundos, olvidando que no se encontraba sola y centró otra vez su atención en Jacob.
-¿Eres de aquí?¿De Forks? - le preguntó con una simpática sonrisa, en el poco tiempo que llevaba en Forks no se había cruzado con demasiadas personas con las características físicas de Jacob, como la piel bronceada y la altura.

Alex pareció comprender mi nerviosismo y agradecí que no se hubiera molestado, parecia una chica paciente y comprensiva, era raro al menos para mi, que me habia hartado de discutir muchas veces con Leah pero bueno, eso era problema de ambos ya que los dos eramos cabezones, dejaré de pensar en eso, me estoy yendo por las ramas.

Me acomodé en el banco, dejando descansar mi espalda en el respaldo y abriendo mis brazos , para acomodarlos igualmente, estirando finalmente mis largas piernas, desde ahí me observé y sonreí, desde luego era todo un gigante, no sabia que los chicos cuando estabamos en la adolescencia crecíamos tanto. Ahora sí estaba mas relajado, pero habia algo en el ambiente que no me transmitía la tranquilidad total, algo que me resultaba molesto, haciendo que de nuevo frunciera el ceño y mirara a mi alrededor, buscando si alguien me estaba observando o algo así, sentía una intensidad extraña en mi.

Me alivié al saber que a ella tambien le parecía que la razón del olor fuese por alguna cañeria, desde luego la gente de aqui no sabían mantener la ciudad sin olores desagradables, por lo que La Push no tenia nada que envidarle a esa ahora apestoso pueblo. Al pensar aquello esbocé una divertida sonrisa, alzando de nuevo mi azabache mirada a Alex y volviendo a sentarme adecuadamente, echándome a un lado por si la joven queria sentarse.

- Perdona, no queria ocupar todo el sitio, puedes sentarte si lo deseas. Y no, no soy de aquí realmente, soy de La Push, una reserva a las afueras de este pueblo.- Le expliqué brevemente correspondiendo a su sonrisa. Sinceramente creo que ella sabia a la perfección que no era de allí por mi aspecto.
Alex era bastante simpática pero también a la misma vez enigmática, pues siempre sonreía sin mostrar apenas otra expresión. -¿tu eres de aquí?- dije mirándola con interés, y pensando a la misma vez que era probable que sí, pero me extrañaba haberla visto sola en el banco, tal vez estaba esperando a alguien. - No estarías esperando a alguien no? Porque si es así me marcho- Dije rápidamente, para evitar algún encontronazo incomodo para la joven

Observó con una mezcla de intriga y diversión al notar que el chico se miraba como si estuviese descubriendo algo nuevo o como si hubiese crecido una cantidad considerable de un día para otro.
Pasó una mano por su dorado cabello intentando ordenarlo un poco, un suspiro de frustración salió por sus labios al notar que la brisa lo volvía a alborotar, decidió dejarlo así, después de todo no le molestaba demasiado. Con una leve sonrisa volvió a fijar su dorada mirada en Jacob, Alex era una chica que sonreía con demasía, no por que todo le hiciera gracia, pero había vivido muchos años siendo infeliz y ahora en Forks estaba dispuesta a comenzar otra vez, sonreía por todas las veces que anteriormente no lo había echo, sonreía por todos los que deseaban ser felices y algo se los impedía, sonreía porque sabía, que, aunque estuviera condenada a vivir para siempre, merecía tener una existencia amena.

Escuchó atentamente al joven, hacía mucho tiempo que no entablaba una conversación con alguien, y menos tan interesante como le resultaba Jacob.
-No, tampoco soy de aquí -contestó con sinceridad.- vengo de Londres, nací y me crié ahí -agregó a proposito con un perfecto acento británico, omitió el hecho de que vivió 20 años en Irlanda y casi 10 en Francia, ya que la edad máxima que aparentaba eran unos 20 años, a pesar de haber sido convertida a los escasos 17.
Alex no quería hablar demasiado y soltar demasiada información, siempre había preferido escuchar antes que hablar.
"Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras." -recitó mentalmente y a la perfección a Shakespeare, esa había sido una de las frases que más la habían marcado, y que recordaba perfectamente.

-Llegué a Forks esta mañana -dijo mientras jugaba distraidamente con un mechón de su dorado cabello y recordaba el desastre que estaba hecha su casa al no haberse dedicado demasiado a ordenar. Su expresión se volvió divertida ante la ocurrencia del muchacho- y no espero a nadie, de hecho eres la primera persona con la que he hablado desde que llegué - comentó mientras se apartaba otra vez el cabello de la cara.- simplemente salí a conocer el lugar, es.. interesante -acabó con una leve pero notoria sonrisa. Hasta ahora Forks se le estaba haciendo un lugar mucho más que interesante.

La chica se mantenía allí, estática y con la misma sonrisa de siempre, parecia una estatua viviente, serena y tranquila, con una piel mas palida de lo normal, pero debido a su naturaleza pacifica crei que no debia preocuparme. Yo sonreia tambien de vez en cuando para que se sintiera comoda, y mas si era una recien llegada. No se como seria aqui en Forks el llegar nuevo y tener que adaptarse, si era dificil o no.

Espero que te acostumbres pronto a Forks, eso si, tendrás que sufrir las continuas lluvias y la niebla, es muy común- Di un gran bostezo sin molestarme en taparme la boca con la mano para hacerlo de una manera mas adecuada, pero no pude evitarlo ni tuve reflejos para ello. Tenia hambre y cansancio, todo en una misma vez... recordaba que ultimamente estaba comiendo demasiado, me sorprendía que no hubiera engordado unos cuantos Kilos.

Me hizo gracia la manera en la que apartaba sus rubios cabellos del rostro debido al caprichoso viento que se empeñaba en molestarla, aunque el olor persistía pero se podia aguantar. Alex no había nombrado nada de que hubiera venido con alguien... ¿estaba sola?, bueno, por su físico seguramente era mayor de edad.

- No creo que tardes en tener amistades, eres bastante agradable y eso gusta en todos lados- Dije levantándome y en cierta manera darle algo de ánimos por si estaba preocupada por ello aunque siempre me ofreciera esa sonrisa.

Miré a mi alrededor en busca de un pequeño kiosko que vendiera algún tipo de producto comestible a la vez que acariciaba mi estomago, el cual rugió como si fuese un león.

- Tengo hambre, por ahí hay un Kiosko, ¿quieres algo?- Dije mientras daba un paso hacia aquella dirección me quedé mirándola con amabilidad. Estaba preocupado por si Alex quería estar mejor en solitario que con la compañía de un desconocido, por lo que no sabia si mi amabilidad la molestaba pero no lo demostraba por ser educada o de verdad se encontraba cómoda.

El viento comenzaba a soplar con más fuerza, llevando hacia ella el desagradable efluvio del chico, Alex se esforzaba por mantener su rostro inexpresivo, y al parecer lo estaba logrando.
Se regañó mentalmente por dar más información de la necesaria, pero se relajó al notar que el chico no le preguntó sobre su familia.
- La verdad es que me agrada el clima de Forks, es justo lo que buscaba .- comentó sobre el clima con una misteriosa sonrisa. Para Alex el clima del lugar era perfecto, ya que le permitía salir durante el día, y ese era el principal motivo por el cual había decidido mudarse al pueblo.
Giró su rostro al oír el grito de diversión de un pequeño niño que jugaba con su grupo de niño, aparentemente no tendrían más de cuatro años, estas situaciones la ponían sumamente nerviosa, a esa edad los pequeños aún no se coordinaban bien, y las caídas y golpes eran frecuentes, por lo tanto la posibilidad de que alguno se hiciera una herida jugando era bastante alta.

Volvió a mirar a Jacob luego de unos segundos, poniendo toda su atención en él.
Reprimió una sonrisa al oír el ruido que produjo el estomago del joven que permanecía sentado, desde luego su perfecto oído le permitia oír esas cosas.
-No, gracias -dijo con voz suave mientras se acomodaba el bolso al hombro.- comí tarde, todavía no me organizo bien con los horarios -agregó como excusa, aunque estaba claro que el motivo era otro.
Avanzó unos pasos en dirección al kiosco, dispuesta a acompañar al muchacho, cuando un delicioso aroma inundó sus sentidos.
"Oh no" -pensó desesperada, mientras giraba rápidamente el rostro hacia los juegos que recientemente había observado, seguramente ella fue la primera en percatarse de la reciente herida que había sufrido un pequeño, que ahora hacía gestos de querer llorar. Alex sintió la sangre huir de su rostro si eso fuera posible, tensó las mandíbulas y los hombros, teniendo un debate interno, la garganta le quemaba intensamente y una cruel parte de ella quería correr hacia donde se encontraba el pequeño y beber su sangre sin consideración alguna.

"Auto control, auto control" -repitió en su mente mientras luchaba por ignorar el olor y dejar de pensar en la sensación que produciría sentir el tibio y dulce liquido bajar por su garganta. Todo esto ocurrió durante menos de cinco segundos, pero que para la rápida mente de Alex parecía como si fuesen horas. Dejó de respirar mientras sentía sus ojos oscurecerse por la sed, no podía hacer nada, estaba en la mitad del parque, con demasiados testigos como para salir corriendo y además estaba acompañada de un posible licántropo, aunque este no parecía haberse convertido aún.

Con esfuerzo compuso su rostro y se giró hacia Jacob, ya que durante ese pequeño lapsus de tiempo había estado mirando hacia los juegos, conde estaba en niño herido, solo era un rasguño, pero era suficiente como para aturdir a Alex. La chica miró su fino reloj de muñeca, debía hacer algo rápido para salir de ahí.
-Lo siento Jacob, pero debo irme ahora .- dijo soltando el poco aire que tenía en los pulmones ya que había dejado de respirar y marcando la última palabra.-Se..se me hizo tarde, fue un gusto hablar contigo, espero que podamos vernos otra vez -agregó con sinceridad e intentando no sonar descortés, de verdad le hubiese gustado hablar más con él, pero contra su naturaleza no tenía nada por hacer.

Alex se despidió con un leve movimiento de brazo y una tensa sonrisa antes de darle la espalda al chico y alejarse a paso rápido y seguro, incluso demasiado para sus botas que tenían un considerable taco de diez cm. no cualquier chica podía caminar en terrenos desiguales con ellos. Antes de cruzar la calle dirigió una dura y hambrienta mirada hacia el lugar donde el pequeño jugaba anteriormente, sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos y siguió caminando por las húmedas calles de Forks.

Me compré un paquete de patatas fritas y no tardé demasiado en abrirlas y comenzar a zamparlas, ufff la verdad es que me habia entrado una hambre repentina. Alex en cambio no tenia mucho apetito y aunque su rostro mostrara serenidad, sus ojos habian tenido cierto cambio que no supe detectar.

Escuché como se despedia de mi con un pequeño hilo de voz al acabar la frase, yo la miré preocupado pensando que tal vez se habia mareado o quien sabe, pero esa reaccion era extraña, o tal vez era yo que no comprendia que la joven tenia que hacer alguna cosa y su voz quebrada tenia que ver con eso.

- Ahh de acuerdo, espero que todo vaya bien Alex, ha sido un placer conocerte- Dije relajando mi rostro y sonriendola, viendo como se daba media vuelta y se marchaba con unos andares que llamaban bastante la atención a cualquier chico que tuviera ojos en la cara.

Finalmente yo me quedé ahi, observando como un grupo de niños se reunian alrededor de otro que se habia hecho daño. Sonreí levemente, era ley de vida que eso pasara y no le di demasiada importancia. Me acabé el paquete de patatas tirandolo en una papelera para luego tomar mi moto y arrancarla, tenia que seguir dando alguna vuelta mas antes de volver a casa.. donde seguramente otra bronca caeria sobre mi.

FIN ESCENA