She was a skater girl, he was...

May se detuvo en mitad de la calle, frente a la tienda que había captado su atención, y le frunció el ceño al letrero que rezaba el nombre, concentrandose en la palabra 'deportes'.

Deportes. Tienda de deportes Newton.

Soltó un pequeño resoplido y recostó la espalda contra el escaparate, cruzándose de brazos. Se debatía entre pasar de largo como si nada, o... o quizás...

De reojo, y casi a regañadientes, le echó una mirada a su tabla de skate, esa que reposaba en el suelo, al lado de su dueña. Ya estaba desgastada, la pintura se había roto en algunas partes y llevaba un par de ruedas flojas. Aunque claro... teniendo en cuenta que tenía, ¿qué? ¿Dos, tres años ya...?

Puso los ojos en blanco. Quizás debía empezar a pensar en comprarse otro... y de nuevo, el escaparate de la tienda atrajo su mirada como un imán.

Suspiró y, tomando una resolución, se agachó para recoger su tabla.

-Parece que vas a tener que jubilarte, amigo mío -le murmuró al skate por lo bajo, como si pudiera oirle. Se cuadró de hombros y entró en la tienda.